viernes, 20 de julio de 2012

Para frankie10...

Hace un año intenté escribirte y desafortunadamente rebotó el correo. Quería agradecerte por esa postal anónima que sin tu intención quizá, encontró a quien curarle el alma. Pasaba por un muy mal momento; muchos duelos simultáneos... y llegó tu postal. Tan parecida al consejo con el que mi mamá siempre trató de consolarme; tan idéntico  al esfuerzo que hizo su papá por transmitirle ese mismo alivio, pues fue él quien se lo hiciera ver por primera vez. "Todo pasa..." La vida... ¡la verdadera magia de la vida! se explica en aceptar que todo se mantiene en movimiento, incluso la materia...

Pensar que "todo pasa" fue lo que me mantuvo en el presente y con este mantra iluminando el ceño, dejé correr los días y aprendí a decirle adiós a los vientos, con todo lo que se llevaban en brazos. Quién iba a decir que justo un viento, me traería lo que siempre estuve esperando... y quién podría negar que con esto, aprendí también a dar la bienvenida.

Llegó a mí y la conexión fue inmediata. Me pareció el ser más fascinante que había conocido, que conocía... ¡que  conocería! Y sabiendo que todo pasa, estoy a su lado vivenciando un amor maravilloso! sabiendo aprovechar cada segundo con la conciencia de que pasa... y con suerte, le cede paso a otro momento igual de especial.

Gracias por estas palabras que cambiaron mi vida,  que me dieron la fuerza que necesitaba para despedirme y reencontrarme. 

Gracias por ese regalo. Luz, paz y progreso en tu camino espiritual. 

Ximena



Y esta es la liga que lo explica todo.
http://www.meekrobeat.blogspot.mx/2010/10/conexiones.html

jueves, 5 de abril de 2012

Uncertain

Fue en este mismo mes, hace trescientos y tantos días que entendí que todo acaba... Fue Abril quien me enseñó con dolor, que en la vida no hay más certezas que las que te siembras y paradojicamente, no se traducen en garantía pues pocas veces corresponden con la realidad.

¡De cualquier forma! yo me encontraba segura de mi corazón roto; de que no se podía confiar en nadie y -sobretodo- sabía con certidumbre, que no volvería a ponerme en manos del amor.

Meses después me probé equivocada y entendí que la certidumbre sólo le rinde cuentas al presente. Que la línea de tiempo hacia adelante, no se rige por esta estricta e inamovible sensación.

No quiero ser la que se aleja para no sentir. No quiero ser la que se queda para destruírse. Este camino lo conozco bien y sé cuántos pasos hay que dar para atravesarlo. Ya la única pregunta es:

¿Cuántas dudas se desayunó mi certidumbre?