miércoles, 19 de octubre de 2011

El Amor Se Reparte...

Y sí... con esta suerte de ritual, que me hace pensar que construyo algo contigo, traemos a esta casa a un nuevo habitante; fascinante y a la vez complicado. Un cachorro bastaba para hacer que me replanteara aquello que a muchas emociona, y a otras ahuyenta: la maternidad.

La llegada de "Dante", y sobre todo, el pasar de los días al cuidado de éste y mi otro perro -familia pues- me ha hecho reflexionar acerca de mi propia infancia y los cuidados que de mamá recibí.

Durante años me sentí privilegiada con un sentido de independencia que me dejaban nutrir a través de mis decisiones y aventuras, pero no puedo evitar reconocer que siempre supe que no sería la favorita.

Pero qué complicado! Trataré de aclararme al tiempo que escribo...

Desde que llegaste a nuestras vidas, sentí que Milo te había escogido como su dueño, y contrario a sentir recelo, pensé que no era sino una genialidad de mi perro, reconocer al hombre extraordinario que yo había escogido como pareja. Te compartimos. Nunca pensé que al traer a un cachorro nuevo, Milo me castigaría con su indiferencia y desacato. Confío en que como dices, será temporal. 

Pero... todo lo anterior me hace replantear la situación de mamá. Cuatro hijos, con apenas un año de diferencia entre cada uno, sin dejar de resaltar el hecho de que los últimos dos, llegaron al tiempo.

Qué clase de maromas habrá tenido que dar para hacernos sentir su amor al parejo... Qué esfuerzo en tiempo y paciencia! Entregarse a cuatro seres tan demandantes y completamente necesitados de ella, de su amor, sus decisiones y sus cuidados.

Habrá quien se ofenda, seguro... comparar a dos perros con niños... no importa. Meekrobeat es acerca de cómo late el corazón de Meekro...y para Meekro, estos dos canes son "sus niños".

Tratar de hacerlos sentir por igual amados, me hace sentir que, en un momento en que me encontraba distraída, desarrolle un TOC (sí... eso... Transtorno Obsesivo-Compulsivo). Acaricio a uno, acaricio al otro.  Premio a uno, premio al otro. Alimento a uno, alimento al otro... y lo peor? Lo peor resulta ser, que todo ha sido insuficiente... Milo se reciente. Milo se aparta porque compartir mi atención lo lastima. Yo me alejo porque soy incapaz de manejar su distanciamiento...

Acaso no es un vivo reflejo de lo que sentí durante años, en relación al lugar que ocupaba en casa?

No quiero confundirme entre palabras. Los amo... por igual a los dos. No importa si Dante es un recién llegado; el forma parte de mi vida y de todas las ganas que tengo de cuidarlo y protegerlo por siempre. Pero repartir mis cuidados entre ellos y las 17 horas que trabajo cada día, se esta convirtiendo en una faena casi imposible.

Dado que este blog es un bálsamo de sanación para mi, en este momento no siento la desesperación de toda esta tarde, y estos días, sintiéndome sola a su cuidado... es así como este post ha dado un giro completo para hacerme el bien de reconocerte, Patricia.

Este post ya no le habla a mi compañero... Te habla a ti, de frente y reflejándose en tus ojos color miel, para agradecer la gracia de haber crecido arropada con tu amor, tus cuidados, tu cariño insaciable y las formas que inventas cada día para hacerme sentir amada y reconocida.

Mamá: Mañana por la tarde, estaré acompañándote a recoger el título de tu nuevo grado académico... uno más conseguido en total excelencia: Con otra mención honorífica y reconocimientos diversos por tu promedio, reflejo de tu entrega y perseverancia... Un título parecido en mérito, al logrado cuando trabajabas 14 horas diarias y cuidabas de cuatro adolescentes a los que nunca les faltó nada.

Al final... un post que sentía necesario para liberarme de la frustración, floreció en un reconocimiento a tu ejemplo, tu entrega, tu dedicación y el orgullo que siento por la  forma que tienes de conducirte en todos los aspectos de tu vida: En total integridad.

Estoy muy orgullosa de ti mamá. Eres mi ejemplo... eres la personificación de lo que excelencia significa para mi. Y no entiendo cómo lo haces... pero eso que haces... me saca sonrisas... y lágrimas, dulces.

Te amo con todo mi ser, y pensar que estaré mañana acompañándote en ese momento tan importante para ti, me llena el corazón.

Ha sido un privilegio crecer bajo tus alas.... bajo el reflejo de la mujer que me ha guiado por 28 años ya...  y me ha impulsado a ser la mejor versión de mi misma.

Felicidades mamá, Lo conseguiste!





miércoles, 7 de septiembre de 2011

El Tiempo...

"The worst timing" resultó no ser, sino el tiempo perfecto para coincidir contigo;  fue justo cuando pensé que  nada tenía para ofrecer -cada día me convencí de que un corazón roto, es incapaz de hacer florecer algo que merezca la pena existir-, que descubrí que estabas aquí, para ofrecérmelo todo.  

Mira que haberme encontrado con un "Dador"... ¡un genuino dador!, parecía tan remoto que tardé un poco en aceptar mi buena fortuna. Y de a pocos, fui bajando la guardia...

En lo que a mi respecta, me sigue impresionando la forma en que cumples con cada una de las cosas que para mi son importantes; cualidades ineludibles en una pareja, sí... la ideal (y si me apuras... actitudes que me recuerdan, la magia de construirnos como uno, cada día). 

Es como si tuvieras ese "don selectivo" para saber cuáles son las cosas importantes; para ofrecer justo lo que tanto se negó; para revolver los recuerdos, y curarlos con tu magia.

Hoy, hay ciertas cosas que quiero compartir, pues quizá aún no sabes lo bien que me haces, y lo dichosa que me siento a tu lado:

Gracias mi amor... porque fue en esa cita, en la que bailé sobre tus pies al compás de las sombras anuladas por la luna, que recuperé mi relación con el astro que acompaña mis noches, mis sueños y mis ilusiones.

Gracias por haberme enseñado lo bien que se siente confiar. Porque a tu lado descubrí la riqueza de entregarme, y encontrarme correspondida.

Gracias por tus detalles que se hilan uno a uno, bordando un manto con el que puedo reconfortarme cada día; sin importar las contrariedades por las que esté atravesando, yo termino mis días con una sonrisa y fundiéndome en ese abrazo... tan lleno de ti.

Gracias por contarme tus sueños, tus anhelos, tus ilusiones... y hasta tus miedos. Nada me hace sentir más cerca de ti, que hablar de todo aquello que se gesta en tu corazón, y por supuesto, en tu cabeza. Es un privilegio contar con la confianza que te permite mostrarme quién en verdad eres.

Gracias por cuidar de Milo y de mi. Por entender las fragilidad de mi corazón y llenarlo con un calorcito que me hace sentir más viva que nunca. Porque me impulsas a alcanzar mi sueños y a tener el valor de vivir... "una vida que vale la pena ser vivida".

Gracias por enseñarme el verdadero significado de "ser incondicional". Gracias por ser un perfecto caballero, que me da siempre mi lugar, que es a tu lado. Por dejarme descansar en ti, por limpiar mi visión de las cosas y ponerles una carga mucho más positiva de la que por momentos, me parece posible tener.

Pero sobre cualquier cosa que hoy pudiera destacar, gracias por ser la persona más auténtica que conozco. Por mostrarte tal cual eres; por conocer lo que vales y manejarte siempre en la luz. Me haces sentir orgullosa de ser la mujer que comparte sus días contigo. Me haces sentir una paz que no sabía que existía.


Me haces sentir que todo es posible. 




Te amo.

Gracias por haberme apoyado en este proyecto, que me tomó mucho tiempo, energía, esfuerzo... y que sin duda, no hubiera alcanzado este nivel, de no haber estado incondicionalmente conmigo.

A un clic de decírtelo en otras palabras ---> Pienso en ti, y te vivo en mi....






martes, 31 de mayo de 2011

Vorágine

No sé cuando fue la última vez que completé una entrada, pero me parece una experiencia por demás lejana. Irónicamente, hoy que decido escribir, lo hago de la misma forma en que he estado viviendo mis días: Sin pensarlo tanto... dejando que fluya lo que hay por sentir.

Tengo mil cosas en la cabeza pero son tan sólo un tercio de lo que galopa el corazón. Hoy tengo esa sensación de respirar y sentir un aire gélido recorrerme por dentro; y hoy, sin importar la intensidad de la aspiración, siento que el aire no es suficiente para llenarme el cuerpo.

Estos últimos días en mi vida, han sido realmente intensos. Como marea brava, las emociones me recorren, me llevan, me hunden y me sacan a flote. A veces me siento ahogada, a veces logro coronar las olas... y aunque este mar lo conozco bien, es la primera vez que me abandono a él y dejo que haga de mi. No estoy luchando. No lo estoy resistiendo. Lo recorro así, por primera vez.

Lo cierto es que he hecho mucho trabajo interior. Días en los cuáles crees que ya no hay más lágrimas que llorar, te sorprenden mojándolo todo. Días en los cuáles un destello de luz te muestra la persona que eres. Días en que te das cuenta que esa es la persona que quieres ser, todos los días.

De lo más complicado para mi, ha sido reconocer la diferencia entre responsabilidad y culpa. Esta última, tan arraigada en mis formas. Hasta dónde me llevó hacerla tan parte de mi? y más que eso, hasta dónde me impedí llegar? Qué más da. Ahora, veo. Mi caja de creencias es distinta, y tengo el poder de hacerme responsable, en lugar de víctima circunstancial. Ya no soy esa "Reportera de guerra". Encuentro formas de crearme paz.

Atravesando este caudal de sensaciones, me cuestiono sobre el costo que han debido pagar las personas de mi vida, por permanecer en ella. Compromisos a medias, acuerdos rotos, desilusiones... no quiero eso. Me doy cuenta de que mi vida, esta completamente llena de amor y dado que el amor, solo se paga generando lo mismo, decido fortalecer los lazos y los sentimientos con la gente que me rodea. Me siento danzar en el mar; un baile de seducción, muerte y renacimiento.

La magia de volver a confiar. La dicha de volver a sentir; de hacer a un lado el miedo y decidir vivir. De conectarte otra vez con la persona de enfrente. De no necesitar certezas para abrir los brazos. De repetir una y otra vez que "confiar es una acto de fe" que merece toda la entrega. 

Aspiro una intensa luz, y repito: Amor enfrente de mi; amor detrás de mi; amor a mi izquierda; amor a mi derecha; amor arriba de mi; amor debajo de mi; Exhalo una intensa luz, y se los transmito.

Amigos y Familia, me envuelven de ganas. Me llenan de ilusiones y sonrisas. Hoy, los valoro como nunca antes y reconozco la fortuna de tenerlos. Hoy sé todo lo que aguantaron, por permanecer a mi lado aun en los momentos más oscuros. Hoy me comprometo con todos ustedes a cuidarlos, y a hacerles saber la riqueza que traen cada día a mi vida.

Y tu... llegaste un día en que lamía mis heridas; en un momento en que ni siquiera me atrevía a pensar que podía recibirte. Llegaste sin pretensiones; sin el anhelo de demostrar; llegaste libre; llegaste sólo. Llegaste a conocer mis cartas, con las tuyas en la mano, y decidiste que querías jugar. Decidiste darte y decidí confiar. Hoy, vivo la dicha de haberme dado esa oportunidad.

Te quiero mucho. Libre y exclusivo. Entregado y correspondido. Y hoy, conociendo al fin mi valor, aprendí sobre el tuyo. Sigamos fluyendo; vivamos. Conozcámonos. Aprendamos. Crezcamos. Hoy sé, que te quiero a mi lado.

No me siento obligada a abandonar mi intensidad. Hoy reconozco que hay gente en el mundo que funciona igual que yo. Vibrando en esta misma frecuencia, nos encontramos. Nos asociamos. Nos amamos.



domingo, 20 de marzo de 2011

RecueArdo

Hoy fue un día semejante a lo que para mi sería interactuar con un muerto; encontrar vestigios de la persona que fuiste; descubrirte hablando a solas, frente a una audiencia; ó mirándote en la pupila de un desconocido.

Te extraño; pero no es a ti, sino al hombre que creí que podías ser. Porque hoy descubro, que me niego a creer que eras ése.

Hoy especialmente, bañándome con los rayos de luna, recordé esas noches en que te decía: "Amor! mira la luna! no te emociona enormemente ver su brillo... sus ganas?" Y me volteabas a ver de esa forma tan peculiar... negligente al cuidado del amor, y con sobrada indiferencia me decías "No entiendo por qué hay gente que se emociona por algo así... es sólo una pelota con luz".

No he terminado de escuchar tu eco, cuando una voz en mi interrumpe para defenderte. "En el fondo, a él también le daba emoción; no la expresaba, porque siempre fue un personaje, o mejor dicho, siempre quiso serlo".

Te rodeabas de gente que presumía de ser cruel, apática con la vida, con las intenciones y deseos de los demás. Se burlaban de las miserias de otros, de las carencias afectivas y se llenaban la cabeza con ideas de venganza. No sé cuántos de ellos eran realmente así, y cuántos se enmascaraban como tu, para evitar mostrarle al mundo lo vulnerables y débiles que eran.

Claro... la máscara te la pusiste de a pocos. Por eso siento que conozco tu verdadero rostro. Con el que me senté a conversar por horas, esa primera vez, en un café.

RecueArdo que en una de nuestras primeras citas, te mostré mi tatuaje. Te expliqué su significado y con él, 15 años de mi vida. Mil días después, seguías pasando tus dedos sobre él; y 1001 días después, la luna te pareció... tan ordinaria.

Me niego a pensar, que el hombre con el que compartía mi vida, mi esencia,  mis ganas... fuera capaz de conocer mi tatuaje con dos lunas, saber la relación que tengo con ella... y aún así contestarme: "Por qué te emocionas tanto?". Ese es el problema de fondo. Me niego a creer que eras una persona tan egoísta, tan falta de tacto, de empatía ó medio grado de inteligencia emocional.

Entonces... cómo no te voy a extrañar? si eres ese que nunca fuiste...

Lo peor de todo, no es que te hayas ido; lo peor es que te llevaste mis formas. La confianza, la inocencia, el entusiasmo, las intenciones. A cada acercamiento acompañado de una idea con dirección, como "Tu me gustas; salgamos; intentémoslo", yo sólo quiero salir corriendo. Le guardo fidelidad a tu recuerdo, no de hombre, sino de la leyenda que escribiste en mi: "No confíes en el amor, pues todos son yo, con otro nombre".

Pero... ya lo ves... El "asombro" sigue conmigo... y de él, irán naciendo poco a poco los racimos que cortaste; las raíces, estaban echadas mucho antes de que aparecieras y tu plaga nunca llegó a ellas. Un día descubriré con asombro, que sí eras el que fuiste...




Y un día, creyendo ya en el amor...Regresaré a leer este post, vaciado cuando seguía rota por dentro, por ti.


domingo, 13 de marzo de 2011

Bellum omnium contra omnes...

Dicen que "Nada calienta más que una mentada de madre..." pero hay a quienes no nos causa gran conflicto que nos recuerden a nuestra Sacrosanta. En mi caso, nada me puede  casi nada me calienta más que un "Ya, tranquila..." cuando me confronto (primeramente en son de paz, siempre) con alguien. 

Me hacen sentir perro! (Me hacen? ellos? No es acaso mi responsabilidad -mi elección- identificar una posible sugerencia con la orden que se le da a un can en entrenamiento?) "Oye, estoy tranquila!!! peeero..." Claro... para cuando arrastro esas palabras,  ya NO me siento tan de la mano de Buda.

Mi ardidez por supuesto, actúa en mi contra. Reafirma de cierta manera, lo oportuno de pedirme que me ponga un Tafil bajo la lengua.

Hoy estoy pensando en las confrontaciones.  En los enojos, y en el derecho que tenemos de sentirlos y -más allá- de expresarlos... también pienso hoy en la obligación que tenemos de respetar los enojos de los demás...

- Estoy enojada.
- No tienes razón para sentir enojo.
- Respeta el hecho de que lo siento. Es mío. 
- A mi lo que me enoja es tu enojo injustificado.
- A mi lo que me enoja, es que no respetes que estoy enojada.
- Es que me enoja que te enojes por eso.
- Y a mi me enoja que te enojes porque estoy enojada...

Y el motivo del enojo? Qué mas da! El enojo como el Leviatán,  tiene ya varias cabezas.

Si tu derecho termina, donde comienza el mío, creo que lo único que nos queda por hacer es responsabilizarnos de la forma en que nos sentimos. Al final, el cómo tomamos al otro tiene más que ver con nuestras experiencias previas, nuestro bagaje cultural, subjetividades y expectativas, que con las primeras intenciones de ese individuo (por supuesto, interesarte en el bienestar del otro, es también cuidar tus palabras, y la forma en que entregas el mensaje).

 Es cierto, respetar un enojo que consideramos injustificado, es un ejercicio realmente complicado. Nos pone en seria desventaja el sentir que si respetamos el enojo del otro, lo respaldamos, y  nos faltamos con eso el respeto a nosotros mismos: "Cómo ponernos de su lado, si esta en un error!"

Yo creo que no se trata de eso. Respetar un enojo, no es abandonar nuestras convicciones para abrazar las del oponente. Respetar, es establecer desde dónde nos habla el otro: cómo se piensa, cómo nos piensa y cómo piensa/siente lo que ocurre. 

Para lograr el respeto entonces, hay que aceptar como punto de partida: las diferencias.

Hace muchos años, una amiga me dijo una frase de Voltaire que me marcaría por siempre:

"Je ne suis pas d'accord avec ce que vous dites, 
mais je défendrai jusqu'à la mort votre droit de le dire"
 (No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo)

Para mi, respetar al otro -en este caso, el enojo del otro- es en un compromiso interno. El verdadero peligro no radica en descubrir que tiene la razón, sino en procurar el desencuentro, al ser incapaz de reconocer que hay dos realidades sobre un mismo evento. 

La manera de estar con el otro... de descubrirlo y quererlo, sólo se consigue siendo capaces de reconocer la virtud de encontrar en el otro, una lectura del mundo diferente a la nuestra.

 Dialoguemos los sentires y los pensares que nos permitirán crecer juntos... Y recordemos que antes de llegar al enojo, podemos hacer una escala en el amor... la empatía, la comprensión y el encuentro..


* Amigas: Qué gran drama hicieron hoy...  Las quiero! ;)

viernes, 18 de febrero de 2011

Mientras me enamoro de mi soledad...

Los escucho quejarse; los veo autocensurarse; los siento esclavizarse...

 No sé si mis amigos... los enamorados de mis amigos.... se perciben de esta forma.

No los juzgo; muchos de ellos conocen mi historia de amor y todos saben lo que pienso acerca de cuando, quien debería cuidar tu corazón, comienza a maltratarlo:

Uno no lo cuenta; uno lo cuenta y lo justifica; uno lo cuenta esperando que algo -tu mismo al escucharte en el mejor de los casos- te obligue a cuestionarte qué haces con esa persona.

Llegan a mis oídos, a mis brazos y a mi espacio... con sincera desesperación. Saben que puedo entender; yo también he estado ahí, parada en ese infierno.

Hoy, recuerdo el sabor metálico en mi boca, y las pestañas disfrazándose de rompeolas... siempre incapaces de contener mis lágrimas. Recuerdo también el nudo en mi garganta... apretado y agudo como navajas afiladas atravesando la piel. Pero sobre todas las cosas, recuerdo la impotencia y la angustia de no poder responder a un  "Por qué no le soy suficiente". 

Cada día era una batalla por acercarme a él. Me daba cuenta como nuestros valores, nuestros ideales y convicciones eran muy diferentes. Me daba cuenta como nuestra manera de ser y de expresarnos abrían una brecha entre nosotros, pero intentaba a todas penas olvidarme de eso y concentrarme en nuestras pequeñas coincidencias; las cosas en las cuales nos podiamos identificar y me aferraba a ellas como quien agoniza sin querer partir.

Redoblé esfuerzos. Cambié de estrategia y me esforcé hasta el hastío en hacer que esas grandes diferencias nos acercaran y nos enriquecieran en lugar de distanciarnos y presentarnos como dos desconocidos... tan ajenos. Tan distantes. 

Cuántas veces y de cuántas formas le pedí que renunciara un poco a su narcisismo, prometiendo que sabría recompensarlo con mi amor. Todo fue en vano... Nada pudo arrancar de él la sensación de sentirse -bajo sus propias palabras- un muerto en vida. Nada pudo arrancar de mí la sensación de sentirme una mujer desperdiciada.

Dejé de creer en nosotros. Dejé de vaciarme en él. Deje de esperar que me diera un poco de lo que yo le entregué y justo cuando comenzaba a hacerlo, entendí que era demasiado tarde. Mi distanciamiento emocional era tanto, que simplemente no supe desandar los pasos y regresar a su  lado.

Hoy, me siento tranquila; voy descubriendo con asombro que me he enamorado de mi soledad. Hoy entiendo que no quiero complacer a nadie. Que no quiero cuidar de nadie. Que solo anhelo depender de mi.

Bienvenidos los amigos. Bienvenido sea ese amor que no demanda... el más libre. Al que le puedes decir "Hoy no quiero", "Hoy no puedo" sin sentirte ahogado por el chantaje o la culpa.

Hoy, me quiero cuidar. Me quiero re-descubrir. Hoy me quiero dar, todo lo que esperé erróneamente que él me diera. Hoy quiero ser egoísta... hoy puedo incorporar la lección más importante que me ha dejado. 

Y hoy al fin... sin él, pero conmigo, la vida me pinta distinta.

Mientras cada problema, cada relación de amigos y conocidos, me regrese la sensación de sentirme atrapada, sabré que no estoy lista para volver a intentarlo.


Trabajaré mucho para que el día que me quiera volver a dar la oportunidad de amar, sea de una forma mucho más inteligente y sana.

... Mientras tanto... Qué bien sabe estar sola!






miércoles, 2 de febrero de 2011

Adiós Amiga

Y dando la hora uno de este 3 de Febrero, te fuiste para siempre, dejando en mi el dolor de tu partida, y la satisfacción de lo que viví contigo. Entregadas incondicionalmente desde el primero hasta éste, tu último momento en mi mundo.

"Nuestro jardín" no será igual sin ti. Mi hogar, es ahora una casa silenciosa. Mi cama esta fría y mis manos que quisieran peinarte con los dedos, se empeñan en escribirte este adiós.

Me dejas las lecciones... los recuerdos, y la satisfacción de saber que fuimos la una para la otra, siempre.

Adiós mi Cuba, llegó el temido momento de decirlo. Me hiciste inmensamente feliz y sé que a mi lado, tu también lo fuiste...


Cuba libre, eres...

"Mi mayor  miedo? llegar a la casa, y encontrarme con que has muerto..." pensé mientras giraba la llave y la puerta cedía. Lo dije para mis adentros, pensando en esa página de los "secretos" y pensé que si enviara una postal hoy, mi secreto sería que soy muy cobarde para encontrarme con que agonizabas en casa, sola.

Esperé un poco antes de abrir la puerta en su totalidad; esperaba tus brinquitos... tu emoción al recibirme, pero no te acercaste.

Fui a encontrarte echada en tu cama; ni siquiera con comida logré que te acercaras. Pensé que estarías haciendo una rabieta, por lo mucho que te he regañado estos días en que has hecho travesuras y me encontré con la sorpresa de tu respiración agitada y tu cuerpo diferente... huesudo y a la vez abotagado. Cómo podía haber cambiado tanto en cuestión de horas!

Te tomé en brazos sin saber qué hacer. Llame a todo conocido que me pudiera orientar, pues mi desesperación era tanta que no quería confiar en mis decisiones. Al no tener suerte, decidí llevarte al hospital.

Hoy, estás ahí... en una jaula con oxígeno, luchando una vez más por quedarte conmigo. Y yo? pidiéndole a la vida que me regale más de ti. Qué se cree un trombo para separarnos...

Espero que luches y sigas conmigo, pero si estás cansada, si estás sufriendo, y si te tienes que ir, aún así estaré contigo. 

"Mientras no le llamemos no se preocupe...", "Tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir". En estas horas que siguen, deberé tomar una decisión muy difícil. No importa si yo te quiero a mi lado, importa que tu no sufras. 

Cada minuto cuenta para que me des una señal de que te vas a recuperar, de lo contrario, te ayudaremos a partir sin dolor, con dignidad y amor.

Hoy, no te voy a pedir que te quedes conmigo Cuba. Hoy te voy a pedir que me ayudes a decidir junto contigo, y que sea lo mejor para ti.

Gracias mi compañera entrañable por estos años  de mucho amor, aventuras y aprendizaje. Tu lugar en mi corazón, nunca desaparecerá.

Te espero Cuba. Dime qué hacer.



viernes, 14 de enero de 2011

El cosmos resonó anoche

Lo primero que dije, fue que no quería volver a saber de ti, por lo menos hasta que el corazón sanara. Te bloquee de las redes sociales, y arranqué de raíz todo lo que nos pudiera conectar (más allá de esos casi cuatro años... con todo el amor, el dolor, y los recuerdos que saben quedarse). 

Ayer soñaba que tomaba fotografías en una playa y con el mensaje que me despertó del otro lado de la línea telefónica, llegó el vértigo, las náuseas, la sangre caliente recorriendo todo el cuerpo, el sudor frío, la angustia, el nudo en el estómago que se fue corriendo hasta llegar a la garganta, la melancolía, las ganas de correr muy lejos. Con todo eso galopando el alma, encontré fuerzas para decir "Para! No quiero saber más". 

Ella sintió que su obligación de amiga era darme santo y seña para así no tener secretos conmigo. Yo sentí que saber de ti me regresaba las ganas de llorarte.

Me convencí de que estaba bien, recordando que lo único que he deseado desde el día en que te conocí, es que seas feliz. Recordé que dejarte ir fue un acto de amor y que desde ese día he pedido luz, paz y progreso en tu camino espiritual.

Como un exorcismo bien logrado, esos sentimientos comenzaron a abandonarme para ser remplazados por la gratitud de saber que el cosmos me escuchó, y resonó anoche. 

Encontremos la Paz que no supimos darnos. Paso firme... y cara al sol...



Que tengas suertecita,
que te conceda la vida,
cada día, lo que mereces.
Que no te falte de nada,
que no te de la espalda, la esperanza.
Que encuentres el buen camino,
que sea el tuyo y no el mío y,
si es el mismo, enséñamelo.
Que no hagas caso de aduladores,
que no te fíes de los vencedores,
ganando competiciones,
elecciones y popularidad.
Que no te falte capacidad,
para discernir el más acá  
Letra de Que Tengas Suertecita - Enrique Bunbury - Sitio de letras.com
del confuso más allá,
que es realidad aparte.
 
Que no pierdas más el tiempo,
que ser el rico del cementerio,
no es buen invento y es peor epitafio.
 
Que no te falte esa canción,
que repare tu corazón,
en el momento peor, que hayas conocido.  


Que tengas suertecita.  

lunes, 10 de enero de 2011

Cuba

Nos hicimos amigas. Empecé a participar en los eventos que organizaba para recaudar fondos, material de curación y alimento tan necesario para los asilos que se dedican a rescatar perros y gatos. Después de ese, mi primer Perrito Fest, entendí que comprometerme verdaderamente con la causa iba más allá de recaudar y aportar; necesitaba adoptar.

Tras mucho buscar, te encontré en www.adoptamascota.com. El anuncio decía que urgía que te adoptaran pues llevabas mucho tiempo en una jaula muy pequeña; para mí, fue amor a primera vista.

Después de eso me enteraría de que eres una Scottish Terrier con pedigree azul, y que por tu anemia extrema no te habían podido esterilizar, por lo que muchas personas se interesaron en adoptarte. Cuántos no querrían seguir usándote como fábrica de cachorros

Justo eso habrán pensado de mí por la insistencia de adoptarte. Después del cuarto día de estar comunicándome, llame y me dijeron que ya te habían adoptado. Me sentí decepcionada. Mi asistente me dijo que hablaría para comprobar que fuera cierto y a él le dijeron que estabas disponible y que te entregarían a la primera persona que llegara cumpliendo los requisitos. 

Eduardo, mi asistente de producción, me animó para que fuera a buscarte con un "no hay peor lucha que la que no se hace" y me salí del estudio un poco antes de que terminara mi Programa "Camaro 2010", rezando porque la dirección de Eduardo fuera impecable y no hubieran problemas en el set.

De camino, llamé fingiendo ser otra persona y le ofrecí dinero al encargado de la veterinaria para que me esperara una hora más antes de cerrar el consultorio. Fui a buscarte lejos, muy lejos.

Cuando llegué, Ana (la veterinaria que te rescató) abrió la jaula para que yo te conociera. Estabas tan descuidada... no pesabas ni 6 kilos, y tampoco eras una perra de un año como decía el anuncio. Eras una perra adulta y me daba miedo como reaccionarias cuando te cargara. 

Ana me contó tu historia. Triste fue enterarme de que sólo comías una vez por semana, y que únicamente  habías podido embarazarte dos veces debido a tu estado constante de desnutrición. Cuando quien fuera tu dueño se encontraba con que, tras pagar la monta el producto no había pegado, te golpeaba hasta dejarte inconsciente; así te tiró varios dientes, rompió tus huesos y magulló tu carne. 

Al principio decían que te habían atropellado, pero para la 3era ocasión, la sobrina de ese señor confesó lo que te hacían y accedió a entregarte a cambio de no pagar la cuenta.  

Estuviste en terapia intensiva alrededor de 2 meses antes de nuestro primer encuentro. Ese 15 de Agosto, tu vida daría un giro total. Al igual que la mía.

Firmados los papeles y pagadas las respectivas cuotas, te subí al auto y mientras te acostabas sobre mis piernas, recuerdo haberte prometido que a partir de ese día, tendrías todo el amor y los cuidados que se te habían negado, y que mientras yo estuviera contigo, nada malo te pasaría. En ese momento lamiste mi mano y sonreí pensando que habías entendido mis palabras.

Te busqué pensando que podría cambiar tu vida, y darte la oportunidad de vivir en un verdadero hogar. Quién diría que ese atributo llegó a mi casa, hasta el momento en que tu entraste en ella.

Llegar a casa y encontrarme con tu emoción al verme... moviendo el rabo y dando brinquitos, se volvió una de las razones para regresar a casa más temprano, y querer pasar más tiempo en ella.

Aprendí lo placentero que puede ser caminar a tu lado en el parque, mientras escucho música  y canto a todo pulmón, olvidando por un momento mis problemas.

Desde que llegaste, perdí el miedo de encontrarme a solas con los espíritus de oscuridad que rondan nuestras existencias.

También aprendí a compartir mi espacio, hacerte un lugarcito junto a mi; a sentir el consuelo cuando estoy triste, tu energía cuando quiero jugar, y tus ganas de cuidarme ante cualquier ruido o amenaza (como cuando te enfrentaste a un asaltante y hasta a un gran danés que creíste me atacaba) 

Me encanta que nunca hayas mordido nada, que aprendieras a esperar a salir para hacer del baño, que siempre quieras estar cerquita de mi, que seas tranquilita, que siempre estés pendiente, que vayas por tus croquetas cuando yo voy a comer, que te me restriegues como gato para que te acaricie, que te pareces en el borde de mi cama cuando quieres salir, que me jales la cobija para despertarme, que brinques, que juegues conmigo, que me acompañes a caminar, que me conozcas tan bien...

La conexión que tu y yo tenemos, es mágica aunque la gente no lo pueda entender. Desde ese 15 de Agosto de 2008, hemos vivido muchas cosas juntas.  Hace poco más de año, estuviste al borde de la muerte; una cirugía de emergencia, muchos cuidados y tu fortaleza, te sacaron adelante y aunque la vida que te dieron antes de mi, te ha traído muchas secuelas, sé que todavía no es hora de despedirnos.

Hoy lo único que quiero es que te recuperes para que regreses a casa. Te extraño mucho Cuba, sé fuerte, no me dejes sola.