Los escucho quejarse; los veo autocensurarse; los siento esclavizarse...
No sé si mis amigos... los enamorados de mis amigos.... se perciben de esta forma.
No los juzgo; muchos de ellos conocen mi historia de amor y todos saben lo que pienso acerca de cuando, quien debería cuidar tu corazón, comienza a maltratarlo:
Uno no lo cuenta; uno lo cuenta y lo justifica; uno lo cuenta esperando que algo -tu mismo al escucharte en el mejor de los casos- te obligue a cuestionarte qué haces con esa persona.
Llegan a mis oídos, a mis brazos y a mi espacio... con sincera desesperación. Saben que puedo entender; yo también he estado ahí, parada en ese infierno.
Hoy, recuerdo el sabor metálico en mi boca, y las pestañas disfrazándose de rompeolas... siempre incapaces de contener mis lágrimas. Recuerdo también el nudo en mi garganta... apretado y agudo como navajas afiladas atravesando la piel. Pero sobre todas las cosas, recuerdo la impotencia y la angustia de no poder responder a un "Por qué no le soy suficiente".
Cada día era una batalla por acercarme a él. Me daba cuenta como nuestros valores, nuestros ideales y convicciones eran muy diferentes. Me daba cuenta como nuestra manera de ser y de expresarnos abrían una brecha entre nosotros, pero intentaba a todas penas olvidarme de eso y concentrarme en nuestras pequeñas coincidencias; las cosas en las cuales nos podiamos identificar y me aferraba a ellas como quien agoniza sin querer partir.
Redoblé esfuerzos. Cambié de estrategia y me esforcé hasta el hastío en hacer que esas grandes diferencias nos acercaran y nos enriquecieran en lugar de distanciarnos y presentarnos como dos desconocidos... tan ajenos. Tan distantes.
Cuántas veces y de cuántas formas le pedí que renunciara un poco a su narcisismo, prometiendo que sabría recompensarlo con mi amor. Todo fue en vano... Nada pudo arrancar de él la sensación de sentirse -bajo sus propias palabras- un muerto en vida. Nada pudo arrancar de mí la sensación de sentirme una mujer desperdiciada.
Dejé de creer en nosotros. Dejé de vaciarme en él. Deje de esperar que me diera un poco de lo que yo le entregué y justo cuando comenzaba a hacerlo, entendí que era demasiado tarde. Mi distanciamiento emocional era tanto, que simplemente no supe desandar los pasos y regresar a su lado.
Hoy, me siento tranquila; voy descubriendo con asombro que me he enamorado de mi soledad. Hoy entiendo que no quiero complacer a nadie. Que no quiero cuidar de nadie. Que solo anhelo depender de mi.
Bienvenidos los amigos. Bienvenido sea ese amor que no demanda... el más libre. Al que le puedes decir "Hoy no quiero", "Hoy no puedo" sin sentirte ahogado por el chantaje o la culpa.
Hoy, me quiero cuidar. Me quiero re-descubrir. Hoy me quiero dar, todo lo que esperé erróneamente que él me diera. Hoy quiero ser egoísta... hoy puedo incorporar la lección más importante que me ha dejado.
Y hoy al fin... sin él, pero conmigo, la vida me pinta distinta.
Mientras cada problema, cada relación de amigos y conocidos, me regrese la sensación de sentirme atrapada, sabré que no estoy lista para volver a intentarlo.
Trabajaré mucho para que el día que me quiera volver a dar la oportunidad de amar, sea de una forma mucho más inteligente y sana.
Trabajaré mucho para que el día que me quiera volver a dar la oportunidad de amar, sea de una forma mucho más inteligente y sana.
... Mientras tanto... Qué bien sabe estar sola!

Aunque podría ser un post un poco triste y nostálgico, la verdad es hermoso lo que escribiste. No hay nada mejor que redescubrirse, aceptarse y reconciliarse con uno mismo y esa oportunidad muchas veces sólo la ofrece la soledad.
ResponderEliminarUn beso.
:^* te quiero!
ResponderEliminarXimenita,
ResponderEliminarno sabes qué identificada me sentí leyendo tu post. Estoy pasando por un momento si no igual, muy parecido, y las palabras que usaste me ayudaron a verme en un espejo, aceptar mi soledad y trabajar para ser tal cual como lo describiste, más inteligente y sana, cuando el amor vuelva a presentarse.
Un abrazo
"Conforme, pero... ¿qué vendrá después de la soledad?"
ResponderEliminarLa renuencia de volverme a enamorar o las ganas de sanar e intentarlo de nuevo.
ResponderEliminarY los "Ball Breakers" para este comentario son:
ResponderEliminar"Dejé de creer en nosotros. Dejé de vaciarme en él. Deje de esperar que me diera un poco de lo que yo le entregué y justo cuando comenzaba a hacerlo, entendí que era demasiado tarde. Mi distanciamiento emocional era tanto, que simplemente no supe desandar los pasos y regresar a su lado."
A veces, ah, y como hay de esas veces descuidamos tanto a la única persona que estará con nosotros siempre (y no es Jesús), regalamos ese incondicional apoyo, esa mano derecha, ese tal para cual que tenemos, que nos quedamos realmente en la mierda, porque a quien regalamos, es a nosotros mismos, recuerda que ante todo te tienes a tí, y solo a tí.
"Hoy, me siento tranquila; voy descubriendo con asombro que me he enamorado de mi soledad. Hoy entiendo que no quiero complacer a nadie. Que no quiero cuidar de nadie. Que solo anhelo depender de mi."
El amor no se trata de complacer a nadie, ni de ser pilmama (me encanta esa palabra), mucho menos de llenar vacios y dependencias, el amor es tan sencillo como complementar 2 personas totalmente llenas, plenas y libres, cuando tratamos de cuidar, apapachar y bla bla bla, a otras personas (con vacios y más bla bla bla) hay de dos sopas, o salen adelante los dos, o te estancas en ese miserable juego de codependencia, que está muy lejos de ser amor. El amor es tan sencillo como sentirse bien con esa persona, sin necesidad de algo más, nosotros, como "humanitos pensantes" somos los que en realidad hacemos complicado el amor. La vida en si misma.
"Mientras cada problema, cada relación de amigos y conocidos, me regrese la sensación de sentirme atrapada, sabré que no estoy lista para volver a intentarlo."
¿Acaso se está listo para intentarlo?
Cuando lo estés, ni cuenta te darás, solo pasará. Ánimo.
Cada desamor es un buen tema para platicar en AA, escribir una entrada en el blog, pero más que nada, para que en el futuro rías,y neta reirás, de lo estúpidos que podemos ser, cuando estamos bajo el influjo de esta droga tan bonita (bien dosificada) a la que llaman ustedes los terricolas amor.
Just perfect :) gracias... ahora entiendo muchas cosas más
ResponderEliminar